Siempre fui muy decidida.
Siempre impulsos, siempre pagando consecuencias.
Siempre lamentandome y pensando: ¿Para qué lo habré hecho? ¿Por qué no pensaré antes de decir o hacer las cosas? pero siempre, con tranquilidad de ser así, de no pensar "¿Qué hubiera pasado si...?".
Y hoy... donde estoy que no me encuentro?
No hay comentarios:
Publicar un comentario