Que especiales somos.
Queremos, queremos y exigimos. Deseamos, protestamos por no tener.
Nos quejamos deportivamente, nos lamentamos de que las cosas o las personas no sean como nos gustaría. Y, en la mayoría de los casos, siempre queremos lo que no tenemos.
Uno desea y desea, pide cambios a gritos. Y cuando los tiene... algo le falta, algo cambio, algo es diferente y nos desespera.
Deseamos, pero somos animales de costumbre, y en cuanto nos cambian un poquito la rutina, sentimos que todo se desmorona.
Corremos a recuperar lo que teníamos antes, pero ¿no habíamos pedido algo distinto?.
Si, pero ya no lo queremos. Ahora que está ahi, no quiero, quiero lo que tenía antes.
Y asi es todo.
¡Somos unos vivos bárbaros!
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