jueves, 27 de enero de 2011

Rodeada de optimistas.

Estaba escribiendo para contar que habia arrancado una era de optimismo en mi vida, pero que había sido fuertemente violentada por una serie de eventos desafortunados, cuando llegando al final, se me borró todo.
Y bueno, me rio para no llorar. Pero el optimismo me tiene UN TOQUE los ovarios al plato.
Como diría alguien que sabe de la vida: Me gusta la gente que se queja, me cae bien. Para mi, abajo el optimismo. ¡Viva la queja!.

lunes, 24 de enero de 2011

Es así. Pierdo facilmente la calma.
Ya está. Vi una foto, un comentario y mi día arrancó como el orto.
De verdad, quiero que alguien controle mi ira. Me van a enfermar!

miércoles, 12 de enero de 2011

Colectivos II

Hago una mención especial solamente de las "paradas", cosas típicas de pasajeros y choferes.
* Tocar incansablemente el timbre, cuando sabes perfectamente que el chofer ya lo escuchó. Sencillamente no te quiere abrir, porque lo agarró el semáforo pero en verdad la parada es cruzando. Te escuchó, pero no le interesa tu ansiedad por bajarte.
* "Soltá el timbre querido, que no es el botón del baño". Un clásico.
* (timbre... el colectivo no se detiene)"PARADAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!" "Cambió la parada señora... es a media cuadra" "Si claro claro, ahora de repente cambio".
* "Bajas?" "NO". ¿Por qué la persona que está parada EN LA PUERTA del colectivo jamás baja? ¿Por qué no se corre asi evitamos pensar "entonces correte pelotudo" cada vez que escuchamos ese "NO"?
* Y tampoco falta, ese que se acordó justo en la parada que tenía que bajar... y se los lleva puestos a todos, corriendo.

martes, 11 de enero de 2011

Cuesta

El error está en idealizar.
Las personas no son siempre iguales y está claro que el paso del tiempo cambia muchisimo las cosas.
Cuesta y duele (y COMO duele) ver la realidad que vivimos. Ver como esa persona idealizada, cambia. O quizás muestra realmente como es.
Te armas de paciencia y la remas y la remas, porque quizás algún día algo cambie.
Y no, nada cambia. Sólo uno mismo, que de a poquito va sintiendo los brazos cansados de remar.
Te cansas de remar, y te quedas sentadito en el bote, aún esperando que algo cambie.
Pero un día te despertas, y te das cuenta que nada va a cambiar, y si llegara a cambiar ¿a esta altura, modificaría algo? ¿Realmente vale la pena seguir esperando?. Decidis bajarte del bote.
Sabes que ahora la vas a tener que remar diez veces más, sabes que va a haber más tormenta que nunca, pero aún así preferís bajarte.
Porque no vale la pena remar solo, por algo que no es solamente de uno.

viernes, 7 de enero de 2011

Realmente creo que hay cosas que se pierden y jamás pueden recuperarse.
No todo, logicamente. Pero estas "pequeñas cosas" suelen ser de las principales.
Creo que la confianza, es un pilar de cualquier relación; sea amorosa, amistosa o cualquier otro tipo.
No soy una persona para nada confiada, al contrario. No creo en confiar en alguien hasta que me demuestre lo contrario. Creo en no confiar en nadie, hasta que me demuestre que lo merece. No desconfiar, sencillamente no confiar.
Para mi la confianza de una persona es algo que uno mismo se gana, con determinados actos o en determinados momentos.
Es algo muy dificil de lograr y muy fácil de perder. Puedo llevarme bien con mucha gente, tener mil amigos y todo eso, pero son contadas con los dedos de una sola mano esas personas en las que confío plenamente.
Aún con este pensamiento de no confiar en casi nadie, tengo una pila de desilusiones en mis cortos 20 años, pero todo sirve y todo suma para cambiar nuestra forma de ser.
Quizás hace un tiempo, me hubiese resultado más fácil volver a confiar en alguien.
Hoy no, simplemente no me interesa. Si alguien traicionó mi confianza una vez ¿por qué no dos?. Si, todos nos equivocamos. Pero realmente no estoy dispuesta a hacer borrón y cuenta nueva con quien no valoró mi confianza. Se equivocó una vez, puede equivocarse dos.
Creo muchísimo en que esas frases "armadas" son muy sabias, no por nada todo el mundo las sabe.
"Si me traicionas una vez, es tu culpa. Si me traicionas dos, es la mía."
Y así como recuerdo eso, recuerdo las tantas veces que mi papá después de alguna situación de este tipo me dijo "No confíes en nadie, solamente en vos".
No es para tanto, creo yo. Hay que confiar en alguien, sino te volves loco. Pero hay que abrir los ojos bien grandes y no regalar este tipo de cosas.
2 consejos para la vida:

* Nunca (jamás) juzgar a nadie. Porque quizás en algún momento uno se encuentre en la misma situación y tenga que tragarse todas sus palabras.

*Nunca (jamás) esperar de alguien lo que uno haría. Somos todos diferentes, y reaccionamos de formas distintas. Con esperar lo que uno haría, sólo se ganan desilusiones.

jueves, 6 de enero de 2011

Colectivos I

Para vos, ser humano que se enfrenta a la dura tarea de viajar en colectivo en hora pico, todos los días, he aquí las leyes:
* Siempre hay uno que quiere pasar a toda costa, y te codea, te empuja y te caga pisando. El pobre hombre (o mujer) no comprende que NO HAY ESPACIO, y sigue con el "permiiiiso, permiiiiiso". A ver amoroso, ¿qué queres? ¿que vuele? ¿que me tome la chiquitolina y al fin te deje pasar, ansioso de mierda? ¿a donde carajo vas con tanto apuro? ¿regalan golosinas al final del bondi?.
* El falso discapacitado. NUNCA falta. Esa vieja culona que solo quiere apoyar el orto en el asiento (habitualmente entre los 55-65 años) y se hace la pobre señora vieja y discapacitada. En algunos casos, ya directamente te pide el asiento y vos como un gil te paras pensando "esta vieja conchuda, está mejor que yo". Otra de las posibilidades es que se desocupe el asiento del cual vos vas agarrado y la vieja corra, vuele, y nade (ponele) en un micro segundo y cuando te quisiste ir a sentar, la señora en cuestión ya está sentada y dormida.
* Suele haber una clase de ratas inmundas que son los "me duermo en cada parada y si sube alguna embarazada o con un pibe, me hago bien el dolobu". De verdad no quiero ahondar en esto, porque me malhumoro de maneras inexplicables. Ahí estoy yo, peleándome con esa clase de pelotudos, cada vez que me subo a un colectivo.
* El desesperado por sacar el boleto, ay! que espécimen detestable. Si yo te juro y re juro que la máquina para sacar el boleto va a seguir estando ahí, no va a venir un extraterrestre y la va a secuestrar, ¿me harías el favor de dejar de pasarme la manito por adelante de la frente para sacar el bendito boleto, ponele? o de decir "¿me sacas?". No, vos me sacas a mi claramente. Estoy con la cartera agarrada como una garrapata para que no me afanen ni un centavo, colgada de donde puedo agarrarme y espalda con espalda con uno que me empuja, la verdad que no me brotan unas hermosas ganas de sacarte el bendito boleto de mierda!!!.
* El timbre de discapacitados. SIEMPRE hay un pelotudo que lo toca. Parece que la humanidad no comprende que es un timbre diferente, que hace un sonido totalmente irritante y constante hasta que el colectivo se detiene. Entonces, no lo tocan casi nunca los discapacitados y ¿lo venís a tocar vos?. Entiendo, te daba paja pararte y tocar el de la puerta. Dos segundos menos sentado, un garrón. Mucho mejor es ir cinco cuadras (por el centro, lo cual las hace como 10) con la chicharra esa sonando, GENIAL. Arranco el día con un humor imperdible!.
* La gente que no tiene control de sus pertenencias. Explicame ¿por qué me tengo que estar fumando tu bolsa en la cara todo el viaje?.

Conflicto de identidad

Realmente no logro entender a la gente.
O sea, explicame porque a tu sobrino en vez de llamarlo por el nombre o decirle "sobri" (ponele) le decis "tio".
No entendiste el concepto de los lazos familiares creo yo. ¿Qué necesidad hay de confundir tanto a una pobre criatura? El te dice "tio", vos le decis "carlitos" o "sobri" y ya. ¿Qué tanto problema?.
Si el argumento fuera que es para que aprenda a llamarte asi, es una idiotez todavia mas grande. Los chicos aprenden, tarde o temprano, y con repetirle unas cuantas veces "tiiii-oooo" "tiiii-ooo" va a alcanzar, para que cuando se le canten las pelotas te diga "tio". No es que por llamarlo asi, va a aprender más rápido.
No sé, me pone nerviosa.
Y lo de tío, y "carlitos" fue un ejemplo, aunque creo que estaba claro...

miércoles, 5 de enero de 2011

Les traigo paz!

Estoy en esa etapa de la vida en la que lo único que digo es "No me hinchen los huevos". Para empezar, no tengo huevos.
Pero más allá de eso, de mil amores lo digo: no tengo ganas de que me hinchen los huevos con pelotudeces. Ni mi familia, ni mis amigos, ni mis amigas, ni nadie.
Me nacen unas inexplicables ganas de mandarlos a cagar, uno por uno. Y todos sabemos, lo que me cuesta aguantarmelas.
Entonces, haya paz. Nadie sale ganando si me rompen las bolas gratuitamente.
Los pases de facturas, los celitos, no por dios, no!.
No ahora.
Capaz en un tiempo, me lleno de paciencia y todo bien.
Hoy por hoy...NO.
No soy perfecta, Mi pelo no siempre esta peinado, Soy un poco peleadora, un poco molesta... Hay dias donde nada me sale bien... Pero cuando lo veo desde afuera, me doy cuenta de lo maravillosa que es la vida... y quizás..... quizás me gusta ser imperfecta.