Para vos, ser humano que se enfrenta a la dura tarea de viajar en colectivo en hora pico, todos los días, he aquí las leyes:
* Siempre hay uno que quiere pasar a toda costa, y te codea, te empuja y te caga pisando. El pobre hombre (o mujer) no comprende que NO HAY ESPACIO, y sigue con el "permiiiiso, permiiiiiso". A ver amoroso, ¿qué queres? ¿que vuele? ¿que me tome la chiquitolina y al fin te deje pasar, ansioso de mierda? ¿a donde carajo vas con tanto apuro? ¿regalan golosinas al final del bondi?.
* El falso discapacitado. NUNCA falta. Esa vieja culona que solo quiere apoyar el orto en el asiento (habitualmente entre los 55-65 años) y se hace la pobre señora vieja y discapacitada. En algunos casos, ya directamente te pide el asiento y vos como un gil te paras pensando "esta vieja conchuda, está mejor que yo". Otra de las posibilidades es que se desocupe el asiento del cual vos vas agarrado y la vieja corra, vuele, y nade (ponele) en un micro segundo y cuando te quisiste ir a sentar, la señora en cuestión ya está sentada y dormida.
* Suele haber una clase de ratas inmundas que son los "me duermo en cada parada y si sube alguna embarazada o con un pibe, me hago bien el dolobu". De verdad no quiero ahondar en esto, porque me malhumoro de maneras inexplicables. Ahí estoy yo, peleándome con esa clase de pelotudos, cada vez que me subo a un colectivo.
* El desesperado por sacar el boleto, ay! que espécimen detestable. Si yo te juro y re juro que la máquina para sacar el boleto va a seguir estando ahí, no va a venir un extraterrestre y la va a secuestrar, ¿me harías el favor de dejar de pasarme la manito por adelante de la frente para sacar el bendito boleto, ponele? o de decir "¿me sacas?". No, vos me sacas a mi claramente. Estoy con la cartera agarrada como una garrapata para que no me afanen ni un centavo, colgada de donde puedo agarrarme y espalda con espalda con uno que me empuja, la verdad que no me brotan unas hermosas ganas de sacarte el bendito boleto de mierda!!!.
* El timbre de discapacitados. SIEMPRE hay un pelotudo que lo toca. Parece que la humanidad no comprende que es un timbre diferente, que hace un sonido totalmente irritante y constante hasta que el colectivo se detiene. Entonces, no lo tocan casi nunca los discapacitados y ¿lo venís a tocar vos?. Entiendo, te daba paja pararte y tocar el de la puerta. Dos segundos menos sentado, un garrón. Mucho mejor es ir cinco cuadras (por el centro, lo cual las hace como 10) con la chicharra esa sonando, GENIAL. Arranco el día con un humor imperdible!.
* La gente que no tiene control de sus pertenencias. Explicame ¿por qué me tengo que estar fumando tu bolsa en la cara todo el viaje?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario