Hacía mucho, pero MUCHO que no esperaba ansiosa un fin de semana. Es que cuando uno está en vacaciones, parece que los días ni existieran y para todas aquellas personas que se levantan a las 3 de la tarde, comen, y se prenden a la computadora hasta la merienda o cena(como yo) es difícil distinguir un miércoles de un sábado.
Ahora, con la facultad, siento arrepentirme del turno que elegí, porque descubrí que termino durmiendo nada. Pero más allá de eso,ya me había olvidado como era el " que termine por dios que termine" de una clase, y esta semana creeme que me acordé.
Ahora que llegó el finde, que placer volver a no hacer nada, o a hacer pero actividades que uno planea y disfruta hacer.
Estar en pijama hasta que salga algún plan y con todos los pelos revueltos mientras mamá cocina.
A eso sumemosle, la paz que me genera volver a estar en mi cuarto, y restemosle a la vecina insoportable llamada MAIA, que rompe las pelotas todo el día y la madre la vive cagando a pedos A LOS GRITOS.
En fin,qué lindo, qué lindo: FIN DE SEMANA! :)
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